IBERIA NATURA

Dicen que hace muchos años, una ardilla podía cruzar la península Ibérica de lado a lado sin bajarse de los árboles. Eso hoy en día, a cambiado bastante.
Pero tenemos la satisfacción de contar con el país de mayor biodiversidad de flora y fauna de todo el continente europeo.
Más del 12% del territorio español está protegido por alguna denominación como Parque Nacional, Parque Natural, Reserva Natural, Paisaje Protegido, etc. Eso supone la protección de más de 6 millones de hectáreas terrestres y más de 254000 hectáreas marinas.
Es maravilloso caminar por alguno de estos espacios y observar el vuelo de un águila imperial; el ruido de un arroyo precipitándose por una cascada; el escándalo de la berrea producida por el celo del ciervo; el cambio de color de los hayedos en otoño...
Por todo esto y más, me lancé a crear este blog, para que a las personas que les guste caminar y observar la fauna y flora, sepan donde están los rincones naturales más bellos de este increible país de contrastes.
NO SOLO LOS HOMBRES HABITAMOS ESTE PLANETA.
¡¡¡CUÍDALO!!!



12 marzo 2009

RAMBLA de PEREA

Dicen que la Región de Murcia es un lugar árido y seco. A esas personas que lo afirman, no les faltan la razón, ya que es la zona de España más expuesta a la aridez junto con Almería y Alicante.

Pero a esas personas, habría que decirles que también en la región murciana existen lugares donde el agua es protagonista. Y uno de estos parajes es el conocido como Fuente Caputa, cerca de la aldea murciana de Yéchar. Todo el mundo conocedor de este paraje, desde época romana, afirma que jamás estuvo seco.

Nuestra excursión comenzará unos metros antes del final de la pista asfaltada que desde la carretera que une Yéchar y Mula nos conduce al embalse de la Cierva, en una explanada junto a un edificio semiderruido. Aquí es donde dejaremos nuestros vehículos, y comenzaremos a caminar por la pista asfaltada que nos ha traído hasta aquí, en dirección hacia la carretera que une Yéchar y Mula.

A los pocos metros, un camino nos saldrá por la izquierda procedente del embalse. Si mal no recuerdo, la pesca está permitida pero el baño está prohibido. De todas formas, nuestro camino sigue siendo el asfaltado. Cuando hayamos terminado el pequeño ascenso y comencemos el descenso por la pista asfaltada, otro camino nos saldrá por la izquierda. Este si que lo cogemos y será nuestro camino principal, ya que éste, es el que se dirige hacia una de las pozas de la rambla de Perea.

Seguiremos andando por el camino principal, desechando cualquier camino que nos salga a izquierda o derecha, hasta cruzar el túnel que atraviesa la autovía C-415. Una vez atravesado, continuaremos nuestro camino, el cuál gira hacia la izquierda, habiendo dejado atrás un camino que nos salía a mano derecha.

Continuaremos nuestro trayecto, ahora caminando por el cordel de la Huerta. Este es un terreno con cultivos, principalmente olivos y almendros. Siempre en ligero ascenso, a los pocos minutos cogeremos un camino que sale por la izquierda, junto al cual hay una señalización de la Confederación Hidrográfica del Segura de prohibido el paso.

Siguiendo por éste camino, también en ascenso, nos damos cuenta de que los terrenos de cultivos han dejado paso a la masa forestal. Por la parte izquierda, podremos contemplar una buena vista del embalse de la Cierva y del castillo de Mula.

Aconsejo que esta excursión se realice a primera hora de la mañana, ya que en Verano, el calor nos puede jugar alguna mala pasada, puesto que en esta zona murciana, las temperaturas son muy elevadas. Lo digo por experiencia. Alguien que conozco lo pasó bastante mal con el calor.

Seguiremos por el camino hasta encontrar un edificio, junto al cuál hay un pequeño pinar.

Éste es un antiguo edificio de la Confederación Hidrográfica del Segura. Es un sitio estupendo para descansar y tomar algo, ya que a partir de ahora nos tocará descender.

Continuaremos, una vez descansado, por el camino que en contínuo descenso nos llevará hasta el nacimiento de la rambla de Perea. Poco antes de que el camino termine, veremos en la parte derecha una de las pozas que nutre la rambla de Perea.

Llegamos al final del camino y en el puente que une nuestro trayecto con la cañada real de Calasparra, vemos a la izquierda una surgencia de agua. Este es el nacimiento de la rambla de Perea, que a continuación vamos a recorrer por una senda.

A partir de ahora, hay que seguir el curso del agua. En la gran explanada existente al lado del puente, seguiremos nuestro trayecto por una senda paralela al cauce de la rambla.



A los pocos minutos nos encontraremos con la primera de las pozas, la cuál ya habíamos visto antes desde el camino.




Si queremos, tenemos la opción de bañarnos pero mi consejo es que esperemos el tan ansiado baño para unos minutos después.


Continuaremos por la senda, rodeada principalmente de carrizos, juncos y sobre todo, de adelfas, en un entorno precioso acompañados por pinos carrascos.



La senda es inconfundible, ya que no circula otra paralela a la rambla. Unos minutos después, la rambla gira hacia la izquierda, y nosotros con ella, aunque a partir de aquí, la senda desaparece.

No habrá problemas de orientación, ya que siguiendo el cauce de la rambla, nos resultará imposible perdernos. Cada cuál, que escoja su camino más apropiado, ya que es una zona de montículos de piedras.

Llegaremos hasta un antiguo represamiento de agua, el cuál cruzamos y atónitos, observamos la estampa: una gigante poza de agua de color verde esmeralda. Las ganas de darte un buen baño serán intensas.

Por la parte de la derecha del represamiento de agua, hay una senda que baja hasta la orilla de la poza.

A la sombra de alguno de los pinos que lindan con la poza, dejaremos nuestras mochilas, nos quitamos la ropa y... al agua. Si nos atrevemos, podremos saltar hacia el agua desde alguna de las piedras de la pared, siempre y cuando llevemos un calzado adecuado y tengamos la plena seguridad de que no vamos a resbalar. Abstenerse niños. La profundidad de la poza es muy grande, pero siempre hay que evaluar el sitio donde se va a saltar, no vaya a ser que haya una rama o algo similar que no vemos desde la superficie y nos pueda ocasionar cualquier disgusto. Un buen sitio para realizar un salto, es donde el agua de la rambla llega a la poza mediante una pequeña cascada en cortina. Por cierto, la construcción elevada que se observa es una conducción de agua del canal del Taibilla, que si seguimos visualmente hacia la derecha, el edificio que se observa es la central eléctrica de Perea.

Una vez hayamos descansado, comido algo y hartado de bañarnos, proseguiremos nuestra excursión. Seguiremos el cauce de la rambla atravesando monticulos de piedras hasta que a los pocos metros de abandonar la poza, veremos un camino a la izquierda. Éste nace en una pequeña explanada con algún contenedor para la basura. Lo seguiremos, siempre paralelo a la rambla, acompañados por una hilera de cipreses hasta cruzar un puente que salva el cauce de la rambla de Perea.

Unos minutos después, un camino a mano izquierda nos conduciría hacia la casa de Perea pero no lo cogemos y seguimos rectos. A partir de ahora, nos iremos alejando de la rambla de Perea para al poco tiempo llegar al cruce de caminos que unas horas antes nos habíamos encontrado, entonces nos dirigimos hacia la derecha. Acabamos de completar la circular y ahora tendremos que seguir por el mismo camino que al principio de la excursión, hasta llegar a nuestros vehículos.

Una vez acabada la excursión, podremos comentar las sensaciones vividas en esta actividad, en un lugar, Caput Aquae, nombrado así por los romanos, que ya se maravillaron de esta zona hace más de 2000 años y que si entre todos ponemos nuestro granito de arena, conseguiremos que nuestros descendientes también se maravillen dentro de otros 20 siglos.

Por cierto, ¿quién dice ahora que la Región de Murcia es árida y seca?.

DATOS RUTA


Tiempo empleado >>> 2,25 horas

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ACCESO

Desde Yéchar, seguir la carretera MU-530 en dirección a Mula. Casi 4 kilómetros después, y habiendo atravesado un polígono industrial y la rotonda de acceso a la autovía C-415, nos encontramos con otra rotonda, la cuál, por la primera salida si mal no recuerdo, cogemos por la derecha una pista asfaltada que ya indica hacia el embalse de la Cierva.

Prácticamente 4 kilómetros después, y habiendo pasado por el ecoparque de Mula, llegamos a una explanada con un edificio en estado ruinoso, poco antes de que la pista asfaltada termine en la entrada al embalse de la Cierva.

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