Pero un fatídico accidente de avioneta en Alaska le sesgó la vida a los 52 años.
Hace 30 años que Félix Samuel Rodríguez de la Fuente, ya no está con nosotros. Pero su amor, pasión y conocimientos de la naturaleza, conviven con nosotros en el presente y lo seguirá haciendo en el futuro.
Aquel dentista burgalés, que cambió su bata blanca por un guante de cetrero, supo inculcar a generaciones de españoles, la protección del medio natural a través de las ondas radiofónicas y las imágenes televisivas.
Félix nos enseñó la vida y la muerte de animales que se consideraban en su época alimañas, consiguiendo la protección de varias especies faunísticas. Algunos humedales también fueron salvados de la desecación, por aquellos años considerados zonas insalubres.
Félix Rodríguez de la Fuente fue un adelantado a su época. Era un perfecto conocedor de los problemas medioambientales, no sólo en España, sino en todo el globo terráqueo. Fue el primero en alzar la voz a favor de la protección de nuestro planeta.
Fue el guía y maestro de los mejores naturalistas actuales; el resucitador del arte de la cetrería en España; la persona que nos hizo conocer mediante su hipnotizadora voz, a la gran mayoría de los animales salvajes de la península Ibérica, gracias a una de las mejores series documentales que se han grabado en la historia mundial, "El hombre y la Tierra".
Desde estas líneas, quiero mostrar mi agradecimiento y admiración a esa enorme persona que nos mostró la belleza que nos rodea, la naturaleza, de la que Félix Rodríguez de la Fuente forma parte.
Las imágenes que verán a continuación, pertenecen al documental "Los lobos aún lloran", producido como homenaje al 30º aniversario de la muerte del gran divulgador natural, nuestro "amigo Félix", como muchos le llamamos.
Y que mejor forma de acabar este humilde recordatorio que con una cita suya:
Es preciso que a través de los poderosos medios con que cuenta la sociedad moderna, como la televisión, las grandes revistas y periódicos, las enciclopedias zoológicas y los libros de ciencia o divulgación, hagamos una llamada desesperada y permanente.
Respetar nuestro entorno a nivel individual; necesitamos cuidar la Tierra porque se nos está muriendo. Cada planta, cada animal, incluso cada complejo minero, cada paisaje, tiene su razón de ser.
No están a nuestro alcance por puro azar o capricho, sino que forma parte de nosotros mismos. El hombre no es un ovni venido de una lejana galaxia, el hombre es un poema tejido con la niebla del amanecer, con el color de las flores, con el canto de los pájaros, con el aullido del lobo o el rugido del león.
Imágenes cedidas por nuestros compañeros de la web Nosoyundominguero.es, autores del vídeo.
me gustaria conocer a gente de la poza de la sal burgos. tlf 608068485
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