IBERIA NATURA

Dicen que hace muchos años, una ardilla podía cruzar la península Ibérica de lado a lado sin bajarse de los árboles. Eso hoy en día, a cambiado bastante.
Pero tenemos la satisfacción de contar con el país de mayor biodiversidad de flora y fauna de todo el continente europeo.
Más del 12% del territorio español está protegido por alguna denominación como Parque Nacional, Parque Natural, Reserva Natural, Paisaje Protegido, etc. Eso supone la protección de más de 6 millones de hectáreas terrestres y más de 254000 hectáreas marinas.
Es maravilloso caminar por alguno de estos espacios y observar el vuelo de un águila imperial; el ruido de un arroyo precipitándose por una cascada; el escándalo de la berrea producida por el celo del ciervo; el cambio de color de los hayedos en otoño...
Por todo esto y más, me lancé a crear este blog, para que a las personas que les guste caminar y observar la fauna y flora, sepan donde están los rincones naturales más bellos de este increible país de contrastes.
NO SOLO LOS HOMBRES HABITAMOS ESTE PLANETA.
¡¡¡CUÍDALO!!!



26 noviembre 2010

NACIMIENTO del RÍO PALANCIA

En esta ocasión, nuestras piernas nos llevarán a uno de los lugares más bellos de la geografía valenciana, el alto Palancia.

Y aunque el río Palancia discurre por ciudades tan bellas como Segorbe y Jérica, nada tiene que envidiar el pueblo castellonense de Bejís (con su famoso acueducto), lugar en donde saldremos a buscar el nacimiento del río.

Desde el final del pueblo, junto al acueducto (de dudoso origen), seguimos el camino asfaltado denominado carretera de los Cloticos. Tendremos que estar atentos, ya que en un ensanche del asfalto por la parte derecha, junto a un banco y un panel interpretativo, debemos dejar nuestros vehículos.

A este lugar se le llama la Santica, por disponer de una minúscula imagen religiosa encajonada en un hueco de la piedra que tenemos a la izquierda del asfalto.

Y es aquí, unos metros más adelante, en dirección a la fuente de los Cloticos, donde, una señal de madera hacia la derecha, nos indica el inicio de nuestra excursión; el PR V-275 nos llevará en unos 7 kilómetros hasta el nacimiento del riu Palància (río Palancia) y el espectacular estrecho del Cascajar.

Comenzamos nuestro caminar siguiendo la indicación de la señal del PR V-275 hacia la derecha, iniciando un descenso contínuo por pista acementada hasta llegar al cauce del río Palancia, el cuál atravesamos por el puente y nos deja en la masía del Puente.

A partir de aquí, el sendero se bifurca, teniendo dos opciones para continuar; una de ellas es tomar el camino de la derecha que sube por el monte que tenemos enfrente, llamado Cerro Simón, rodeándolo y acabando esta variante en el trayecto principal; la otra opción es seguir hacia la izquierda, en paralelo al río, hasta enlazar con la anterior opción; podemos decir que el segundo itinerario es el trayecto principal, y es el que tomaremos.

Por lo tanto, seguiremos hacia la izquierda, iniciando un pequeño ascenso, mientras seguimos caminando por camino acementado. En un lugar del camino, donde éste gira hacia la derecha, las marcas amarillas y blancas del PR nos conducen hacia la izquierda.

Tomamos esta pequeña senda que bordea un bancal de almendros. Hay que circular con cuidado, ya que el sendero es pequeño y tenemos un pequeño terraplen a la izquierda que desemboca en el río, pero las vistas del cauce con las copas de los amarillentos árboles ribereños, nos alegrarán la vista.

Una vez rodeado el bancal, subimos por un camino bastante roto, hasta volver a enlazar hacia la izquierda con el camino principal.

Unos metros más adelante, el camino se vuelve a bifurcar, debiendo de seguir recto. A la derecha tenemos las marcas del PR, que suben en dirección al monte. Éste es el camino que baja del Cerro Simón si hubiéramos elegido la opción de seguir por la derecha en la masía del Puente.

Continuamos recto, para encontrar las marcas amarillas y blancas detrás de un poste de la luz. Seguimos, atravesando una casa y poco después comenzaremos a caminar por una senda, la de la izquierda, ya que la de la derecha un aspa amarilla y blanca nos indica el camino equivocado.

A partir de ahora, transitaremos un buen trecho por senda, debiendo prestar mucha atención a las marcas del PR V-275, ya que la senda está un poco enmarañada de matorral y plantas que crecen a su paso, debido, seguramente, al poco tránsito de personas que circulan por ella.

Circularemos atravesando algunos bancales abandonados (o ese aspecto tenían), y de vez en cuando, escuchando el murmullo del agua que cae por alguna cascada, como la de la Torrecilla, el más bello salto acuático de todo el caudal del Palancia en la zona de su nacimiento. Pero no podemos acceder a ella. Su acceso se hace por la carretera de los Cloticos, siguiendo una senda señalizada. Aconsejo visitarla una vez realizada la excursión.

Llegaremos a las inmediaciones del camping Los Cloticos, caminaremos pegados entre la valla que cierra el perímetro de la instalación campista por la izquierda y la falda de la montaña que tenemos por la derecha.

Cruzaremos la acequia Patros y ascenderemos unos pocos metros para llegar hasta las cercanías de la fuente Seca, la cuál visitaremos.

Una vez contemplada la fuente, volvemos sobre nuestros pasos para seguir con las indicaciones del PR. Unos metros más arriba y hacia la izquierda la senda se hace un poco más ancha y, caminando entre pinos, saldremos a una pista forestal.

Tomamos la pista forestal hacia la izquierda, pasando al lado del camino de entrada del camping Los Cloticos, hacia la izquierda. Cruzaremos el río Palancia por segunda vez y subiremos unos pocos metros (atención a esta parte del camino, ya que los vehículos que bajan hasta el camping, no tienen casi visibilidad cuándo dan la curva antes de cruzar el río) hasta enlazar con el camino principal que se dirige hacia la fuente de los Cloticos y Bejís hacia la izquierda y El Molinar y el nacimiento del Palancia, hacia la derecha.

La fuente de los Cloticos está ubicada en una zona muy bonita y acondicionada para la visita. Parece, aunque no lo es, un área recreativa. Mucha gente de la zona viene hasta ella para llevarse garrafas de agua, ya que ésta es muy pura. Incluso existe una planta embotelladora. Ya que nuestra excursión no nos lleva hasta la fuente de los Cloticos, aconsejo visitarla cuando termine nuestra ruta.

Nuestro caminar se dirige ahora hacia la derecha. Transitamos por una pista forestal con vistas al cauce del río Palancia, donde sauces, chopos y olmos son los principales habitantes del soto acuático.

Unos minutos después, la pista se bifurca. Si siguiéramos recto, llegaríamos a la aldea de El Molinar. Por lo tanto, debemos de seguir hacia la izquierda. La montaña que tenemos hacia nuestra izquierda es Peñascabia, otro buen lugar para visitar en otra ocasión, ya que su conservación es excelente, incluyendo una microrreserva de flora.

La pista forestal, acompañada de cipreses, nos lleva hasta la casa del Forestal, situada a la derecha del camino. Nosotros seguimos recto, ascendiendo lentamente para pocos minutos después, comenzar un breve descenso hasta encontrarnos con el barranco del Resinero.

Unas cuántas piedras situadas estratégicamente, nos ayudan a salvar el cauce del barranco y nada más atravesarlo, unos carteles nos indican la dirección para visitar el nacimiento del río Palancia, hacia la derecha.



Hacemos caso a estas indicaciones (por la derecha) y caminando por un corto pero bello sendero tapizado de árboles caducifolios con hojas amarillentas, llegamos nuevamente al cauce del Palancia.

Con un poco de habilidad, cruzamos el cauce del río entre la ayuda de las piedras y de un tronco.



A partir de ahora, un pequeño pero precioso sendero nos guiará hasta el nacimiento del Palancia, por el margen izquierdo del río (el derecho en nuestro caso).

Tenemos que tener precaución en algunos pasos, ya que la senda nos tiene guardada alguna sorpresa, como raíces, piedras, barro, etc.

Llegaremos a un momento en el que vemos que la senda no tiene continuación. Es el momento de cruzar el minúsculo cauce del río. Cambiamos de margen, con cuidado de no resbalar con alguna de las muchas piedras que nos servirán de puente.


Indagando un poco, descubriremos, en una oquedad de la piedra situada a la izquierda, el nacimiento del río Palancia.

El nacimiento en sí no es una grandiosidad; lo es el entorno en el que brota sus aguas de la roca; la virginidad de la zona, la tranquilidad que existe y el vuelo de los buitres leonados, invitan a tumbarse en este idílico lugar.



Pero nosotros, los humanos, curiosos por naturaleza, no podemos contener la intención de introducirnos en el cañón que tenemos enfrente.

Es el llamado estrecho del Cascajar, por el cuál nos introduciremos, teniendo mucha precaución cuando subamos por las inmensas piedras que ha labrado el agua desde tiempos remotos, ya que algunas son muy resbaladizas.

En casi la totalidad del recorrido del estrecho, iremos tocando con las manos ambas paredes, ya que las separan un máximo de 2 metros.

Metro a metro iremos avanzando por el cañón del Cascajar, hasta su desembocadura, la cuál veremos claramente, ya que el estrecho deja de ser tal, y se abre de una forma repentina.

Quiero recordar que no es aconsejable transitar el estrecho del Cascajar cuando llueve, ya que la piedra que debemos atravesar, se vuelve mucho más resbaladiza, pudiendo causar algún accidente desagradable. Tampoco hay que entrar en él cuando existe riesgo de fuertes lluvias, ya que nos podríamos encontrar en una situación bastante alarmante si estamos dentro de él.

Justo al final del estrecho del Cascajar, terminará nuestra excursión. Ahora, ya podremos darnos la vuelta y tomar un descanso junto al nacimiento del Palancia, en silencio, para no perturbar el canto de las pequeñas aves, y escuchar el sonido de la naturaleza en plena acción.

DATOS RUTA



Tiempo empleado >>> 1,32 horas

Este tiempo se registró a la vuelta, ya que tuve problemas técnicos cuando hacíamos la ida.

ACCESO

Partiendo de Bejís, salimos del pueblo en dirección hacia la fuente de los Cloticos y el camping Los Cloticos, siguiendo un camino asfaltado.

Pasaremos al lado del acueducto de los Arcos, dejándolo a la izquierda y en 1 kilómetro, llegaremos al ensanche del asfalto, situado a la derecha, junto a un banco y un panel interpretativo, donde dejaremos nuestro vehículo. Atención porque hay muy poco hueco para estacionar. Máximo 3 o 4 vehículos.

Justo al otro lado del asfalto, a la izquierda, tenemos la pequeña imagen religiosa llamada la Santica.