He de reconocer, que conocía muy poco esta parte del macizo, la zona norte, pero el destino hizo que visitasemos este enclave que me dejó un grandísimo sabor de boca. Volveré.
En la zona sur, entre los pueblos de Saldes y Gósol, se asienta la mole del Pedraforca, posiblemente la montaña más famosa de Cataluña después del macizo de Montserrat.
Dejamos nuestro vehículo a la entrada del pequeño núcleo urbano de Estana, en un ensanche.
Empezamos a caminar por esa misma calle en dirección a los contrafuertes del Cadí, hasta llegar a las indicaciones del GR-150 y del PR C-121, que en un principio circulan por el mismo trayecto. Este será nuestro punto de partida de la excursión.
Salimos de Estana y el asfalto se convierte en camino de tierra. En bajada y sin tomar ningún otro camino o senda tanto a izquierda como a derecha, llegaremos en pocos minutos al coll de Pallers, lugar donde se ha habilitado una zona de aparcamiento.
Por lo tanto, tenemos la opción de aparcar nuestro vehículo aquí y ahorrarnos algo de caminata (menos de 1 kilómetro). Personalmente prefiero estacionar mi coche en Estana, ya que existe un bar entre la entrada del pueblo (donde dejé mi vehículo) y los indicadores de ruta. Así, a la vuelta, me podré tomar una cerveza bien fresca en la terraza del bar con unas estupendas vistas de la cara norte del Cadí.
Hay que estar atento al principio del camino. Ya que el camino que traíamos desde Estana gira a la izquierda. Ese no es nuestro trayecto. El camino correcto es siguiendo recto, introduciéndonos en el bosque, pasando al lado de unas señales y a los pocos metros veremos las marcas blancas y amarillas del PR.
Ya nos abremos dado cuenta del cambio de imagen de nuestro recorrido. De los huertos cercanos a Estana pasamos al dominio del pino silvestre. Circulamos por la serra (sierra) de Mataplana.
Unos minutos después, la senda gira bruscamente hacia la derecha, teniendo el primer gran desnivel del día. Comentar que toda la excursión es un ascenso contínuo, en algunos tramos bastante inclinados.
Cruzaremos una puerta artesanal (que no se nos olvide cerrarla; me imagino que será para el ganado) y a los pocos metros llegamos al coll de Reineres, buen lugar para realizar una parada y deleitarnos con el entorno.
Una vez tomado un merecido descanso, continuamos nuestra excursión. Siempre cuesta arriba, el pino silvestre va perdiendo terreno ganándoselo el pino negro.
Pocos minutos después, llegaremos al collet Roig (coleche encarnado; vaya tela, mi traductor creo que se ha vuelto loco. Lo llamaremos pequeño puerto rojo, que queda mejor), donde tenemos unas vistas impresionantes del macizo del Cadí y de los pueblos que habitan en su falda.
Seguimos nuestra ruta que a partir de ahora se hace más cómoda. La senda nos da la primera tregua del día, subiendo casi sin darnos cuenta. A estas alturas, el pino negro es el auténtico señor del bosque acompañado por un árbol que nunca había visto en su hábitat natural: el abeto.Cruzamos una pequeña rambla y unos metros después hacemos lo mismo con el torrent de les Bordes (torrente de las Bordas, en castellano), que tributará mediante la unión de más torrentes, a el Segre, uno de los ríos más importantes de Cataluña.
En este punto, una senda nos sale a la izquierda que se dirige hacia Estana al norte y al coll de l'Estenedor (Tendedero en mi idioma) al este.
Unos pocos metros más adelante se abre paso uno de los lugares más hermosos que he visitado: el prat de Cadí.
Un bellísimo prado verde rodeado de pinos negros y abetos, con la mirada perpétua de la mole calcárea del Cadí. Espectacular.
Aquí, tumbados en el verdor del suelo, nos tomamos un merecido descanso mientras observamos la mole que tenemos al frente: las rocas de l'Ordiguer, Verda y Punxeguda (del Ordiguer, Verde y Puntiaguda) con sus respectivas canales: de l'Ordiguer, del Cristall, de la Roca Verda y d'Estana (del Ordiguer, del Cristal, de la Roca Verde y de Estana).
Al cabo de un buen rato, ya que el sitio invita a quedarse tumbado en el césped y echarse una siesta, reemprendemos nuestra marcha, dirigiéndonos hacia la parte derecha del prado de Cadí, orientándonos mediante pequeños mojones de piedra, el minúsculo senderillo que se ha formado de las pisadas humanas y una curiosa flecha formada por piedras.
Recuerdo a estas alturas que nuestro objetivo es el pico de la Costa Cabirolera, por lo tanto, debemos ir buscando el sendero que nos lleve hasta la canal del Cristal.
Otro sendero cruza el prat de Cadí de este a oeste; al oeste lleva al coll superior de Josana y hacia el este, por el camí dels Collets (camino de los Coleches, mejor dicho, pequeños puertos) hasta el refugi de Prat d'Aguiló (refugio de prado de Aguiló, para los castellanoparlantes).
Resulta que es desde este citado refugio, el de Prat d'Aguiló, donde en un principio íbamos a comenzar nuestro ascenso al pic de la Costa Cabirolera, ya que según pude ver en la red, puedes subir con tú vehículo (mejor si es un todo terreno) hasta pocos metros antes de llegar al citado refugio. Pero decidimos subir desde Estana (como no, por la información de la gran red), ya que los accesos eran mejores y la ruta más dura por el paso del canal del Cristall.
Abandonamos el prado de Cadí, siguiendo las marcas blancas y amarillas del PR C-121 y a los pocos metros a mano derecha, surge la font del Pi (fuente del Pino). La visitamos y probamos su fresca agua, aprovechada por una serie de abrevaderos para el cercano ganado.
Volvemos sobre nuestros pasos, giramos a la derecha y ya en la senda, comenzamos una corta pero dura subida. La senda en algunos momentos se bifurca pero van a parar al mismo sitio.
Gracias a la sombra de los pinos negros, el sol no nos dá de lleno, por lo tanto, no se camina tan mal. El único inconveniente, es que la senda no dá un sólo respiro hasta prácticamente llegar a la base de la canal del Cristall.
Siempre en paralelo a la pedrera que tenemos a la derecha, llegamos hasta la base de la roca de l'Ordiguer (donde desaparece el arbolado) y damos los últimos pasos para llegar a la base de la canal del Cristall.
A la izquierda de la canal, podremos observar una gran grieta, llamada grieta del Moltó que contiene un nevero (me imagino que perpétuo, ya que era bastante grande), que sobrevive gracias a la sombra proporcionada por dicha grieta.
La canal del Cristall comienza donde termina el sendero, accediéndose a ella a través de la roca, pudiéndose subir mediante una pequeña trepada o caminando dirigiéndonos a la parte derecha de la canal.
Lo mejor de todo no es el paisaje agreste y gris que tenemos enfrente, sino dándonos la vuelta.
El verde claro del prat de Cadí, el oscuro verde de los pinos negros y silvestres, además de los abetos, el pueblo de Estana, el valle de el Segre y la cordillera pirenaica al fondo; preciosa postal, el mejor momento del día.
Y aquí, en la base de la canal del Cristall, acaba nuestra excursión.
Y como a la montaña no le puedes echar un pulso porque normalmente te gana (pudiéndote costar la vida), pues media vuelta y para casa. Lo importante es disfrutar de la montaña, no sufrir por la montaña.
Por lo menos, de vuelta, tranquilamente bajando, pudimos ir observando todo lo que no vimos a la subida, maravillándonos del paisaje que nos brinda esta preciosa zona norte del parc natural del Cadí - Moixeró. Como dije antes, volveré.
DATOS RUTA
Los datos de los desniveles tanto de subida como de bajada y la distancia horizontal, están medidos en la bajada de la excursión, ya que en la subida tuve problemas técnicos. Por lo tanto, el desnivel de subida es realmente de bajada y el desnivel de bajada es de subida. Simplemente he cambiado los parámetros.
Al igual que el anterior, el perfil está cambiado, ya que la medición exacta la tomé bajando de la excursión. Simplemente he invertido el perfil.
Tiempo empleado >>> 1,36 horas (Tiempo de bajada desde la base del canal del Cristall hasta Estana)
ACCESO
A la salida del pueblo de Martinet en dirección a la Seu d'Urgell por la N-260, tomamos una carretera (LV-4055) a la izquierda con dirección a Montellà.
Cruzamos el Segre y en la siguiente bifurcación, tomamos la de la derecha, en menos de 1 kilómetro desde Martinet.
A partir de ahora vamos a circular por una pista asfaltada, que en algunos tramos está en muy mal estado (firmamos en el bar de Estana para que volvieran a asfaltar dicha pista). En menos de 1 kilómetro, giramos a la derecha, atravesando el riu (río) de Bastanist o torrent del Cabiscol. En cuanto lo atravesemos, tomamos a la izquierda que en 1 kilómetro nos deja en una nueva bifurcación.
Giramos a la derecha, ya que a la izquierda nos llevaría hacia Villec; casi 2 kilómetros después, llegamos a otra bifurcación. La pista asfaltada que nos sale por la derecha se dirige a Béixer. Nosotros seguiremos rectos y en menos de 1 kilómetro, otra pista asfaltada a mano izquierda se dirige nuevamente a Villec. Seguimos recto.
A partir de ahora, quitando algún camino que vaya a alguna finca privada, ya no nos saldrá ninguna pista asfaltada hasta llegar a Estana, después de algo más de 5 kilómetros y de atravesar un par de pequeños barrancos o arroyos estivales.
Si deseamos ahorrarnos un pequeño tramo de la excursión, en vez de dejar nuestro vehículo en Estana, cruzamos dicha aldea por su calle principal hasta salir de ella y ahora por un camino de tierra, seguir menos de 1 kilómetro hasta llegar al cruce de varios caminos. El primero que nos encontramos sale a la derecha, lo desechamos. El segundo nos sale por la izquierda, también lo desechamos. Es justo al lado de dicho camino, en su parte derecha, donde se encuentra ubicado la zona de aparcamiento del coll de Pallers.
yo solo decirte que te iras solo y que no creo que yo vuelva para realizar esta misma ruta.
ResponderEliminarVaya!!! pues mejor solo que mal acompañado, no??? preciosa ruta, por experiencia propia, y espero repetirla!!
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