Y a decir verdad, vale la pena visitarla por lo menos una semana entera (nosotros estuvimos 14 días).
Entre tanta ciudad, a cada cuál más bella, que visitábamos, hacíamos nuestras escapadas a los enclaves naturales más interesantes de la zona.
Y el primero que visitamos fue el vall de Núria, maravilloso espacio natural enclavado en la comarca del Ripollès de Girona.
Antes de empezar a narrar nuestra excursión, quiero comentar una cosa.
Al valle de Núria se accede mediante dos opciones: caminando o cogiendo un tren de cremallera.
Nosotros decidimos tomar ambas elecciones, subir andando y bajar en el cremallera.
Puntualizo estas opciones porque dependerá de ellas a la hora de estacionar nuestro vehículo en uno u otro lado.
Si se quiere hacer el recorrido andando, irremediablemente tendremos que salir desde Queralbs (si decidimos hacer la excursión en subida) o desde el santuari de Núria (si la queremos hacer en bajada), por supuesto, hasta Queralbs.
Si sólo queremos visitar el entorno del santuario de Núria, podremos coger el tren de cremallera desde una de las dos estaciones de Ribes de Freser (Ribes - Enllaç o Ribes - Vila) o la estación de Queralbs. En esta última existe un aparcamiento gratuito al lado de la estación para dejar nuestro vehículo. Ni que decir tiene, que la vuelta la haríamos cogiendo el cremallera de la estación de Núria.
Nosotros, decidimos salir andando desde Queralbs (Girona) hasta Núria. Y en este punto, tenemos otras dos opciones: o empezar nuestra excursión desde el mismo pueblo de Queralbs, o bien, unos metros más arriba del citado municipio.
Si decidimos comenzar desde Queralbs, dejaríamos nuestro vehículo en el aparcamiento situado al lado de la estación del cremallera; ascenderíamos al pueblo hasta introducirnos en él, buscando la plaça del Raig y desde aquí, comenzaría nuestra excursión subiendo por Can Perico hasta una calle transversal, cogiendo el ramal derecho. En la próxima bifurcación, tomamos la de la izquierda, que por un camino empedrado nos deja en la pista forestal asfaltada que va desde Queralbs al collado de Fontalba. Cruzamos dicha vía en diagonal (en ligero descenso) hasta encontrar la señalización que nos conduciría a Núria.
La otra opción (la que nosotros tomamos), es llegar hasta Queralbs y coger a la derecha la pista asfaltada que nos llevaría al collado de Fontalba (señalizado). En el segundo aparcamiento habilitado (después de una cerrada curva a izquierda), dejamos nuestro vehículo; unos pocos metros siguiendo la pista por donde veníamos (en ligero descenso), veremos a nuestra izquierda la indicación hacia Núria, punto de inicio de nuestra ruta.
Debo indicar también, que bien desde éste último punto o desde la plaza del Raig, el recorrido está balizado bien por señales o por las marcas rojas y blancas del GR-11.
Bueno, después de todo este discurso, que cada cuál empiece por donde mejor le venga, y yo, comienzo a narrar la excursión en sí.
Saliendo desde la señal que indica a Núria (última opción descrita), comenzamos ascendiendo suavemente por una pista forestal ancha, hasta que a los pocos metros, tomemos el sendero que nos sale por la izquierda y que no abandonaremos hasta llegar a Núria. Dicha pista la construyeron debido a las recientes obras del nuevo túnel del cremallera.
Ya en el sendero, por paredes de piedra llegamos hasta el caserío de la Ruira, atravesándolo, llegando poco tiempo después a la font de la Ruira, buen y sobre todo fresco lugar para beber un poco de su pura agua.
Fresnos y avellanos inundan esté fantástico lugar. Siguiendo nuestra excursión, unos metros más adelante, cruzamos el torrent de la Ruira.
A partir de ahora, el sendero será un poco más complicado, ya que su inclinación es más ascendente. El matorral y algún ejemplar arbóreo nos acompañará pero, indudáblemente, las vistas hacia Queralbs serán nuestra mejor compañía.
Más adelante, nos encontraremos la primera bifurcación del día. Las dos se dirigen a Núria, la de la derecha por el pont de Cremal y la de la izquierda por la roc del Dui. Tomaremos el ramal derecho, cruzando un pequeño tramo de canal empedrado, en el que vemos y nos guiamos por las marcas del GR-11 (rojas y blancas).
Seguimos avanzando por la clara senda, pasando, sin que nos demos cuenta, por la parte de arriba del túnel del Navarro. Esta zona está algo más poblada de pino, nos dará sombra hasta llegar a la bauma de Sant Pau, refugio natural. En este lugar también podríamos coger el sendero que en forma de escalera nos llevaría por la piedra del Dui a Núria pero nosotros seguimos nuestro itinerario por el sendero que llevamos. Buen lugar para hacer una pequeña parada, maravillándonos con el paisaje que observamos, viendo por primera vez el riu de Núria, en la zona conocida como gorg de les Olles (pozo de las ollas, según mi traductor).
Avanzaremos unos minutos más hasta llegar al puente de Cremal, el cuál cruzaremos. Iremos por el sendero izquierdo que sube valle arriba dejando el río a nuestra izquierda. Si cogiéramos el sendero derecho nos llevaría hasta la central de Daió de Baix, cruzando por la base de las roques de Totlomón.
Seguimos nuestro ascenso, pasando junto a la gorga de Cremal (las gorgas son pozas o marmitas naturales, o eso creo yo), sucesivas cascadas, la balma de Sant Rafael, gruta con la curiosidad que en ella había una manta y la font de la Balma. Poco a poco vamos ganando altura.
En otra bifurcación de sendas, tomamos la de la derecha, hacia Núria; la izquierda nos llevaría después de haber cruzado un pequeño puente, hacia Queralbs, por la roc del Dui, aprovechando el antiguo trazado del cremallera, rehabilitado como sendero; ya que el nuevo trayecto, inaugurado el pasado año, se interna por el interior de la montaña a través de un túnel de más de 1300 metros.
La senda se vuelve más dura, debido al desnivel, cruzamos el canal del Freser, que abastece a la central de Daió de Dalt y de Baix; subiendo en contínuos zig-zags, hasta alcanzar la parte alta del salt del Sastre, mirador natural, en el que contemplamos el majestuoso salt de Fontalba, proveniente de la rieral de Fontalba. Interesante lugar para una parada.
Hace un rato que nos hemos percatado del cambio de vegetación, brillando con luz propia el magnífico pino negro.
Estamos en la parte más bella de todo el vall de Núria.
La senda nos dá una tregua y prácticamente llaneando, contemplando más cascadas y el color oscuro del pino, pasando al lado de la balma de Sant Pere, llegaremos minutos después a la cua de Cavall, preciosa cascada en la cual me dieron ganas de darme un baño (pero mi otitis me lo impidió). Cola de caballo, para los castellanohablantes.
Siguiendo nuestra excursión, a los pocos minutos llegamos al pla de Sallent, lugar por donde cruzamos el riu de Núria, por uno de los ojos del puente del tren de cremallera.
Estamos en un llano, verde y maravilloso, en el que el ruido del río se mezcla con los colores oscuros de los pinos negros y el canto de las aves. Precioso lugar para realizar una parada, tumbarse y sentirse parte del entorno.
Una vez recargados de la energía que nos ofrece tan idílico lugar, continuamos nuestra ruta, ahora por el margen derecho del río. Poco a poco, iremos separándonos más del cauce del Núria, internándonos por el precioso bosque de pino negro, territorio del esquivo rebeco o isard (llamado así en el pirineo catalán).
La senda se vuelve más dura, ya que el desnivel positivo se acentúa. Cruzaremos el torrent de Gombrèn y, de vez en cuando, la senda nos ofrecerá miradores naturales hacia los gorgues de Núria, gargantas de Núria en castellano.
A los pocos minutos, veremos un puente en el lecho del río, el puente de los Tres Molins, de origen romano (creo recordar). De vez en cuando nos daremos la vuelta para observar la subida o bajada del tren de cremallera y, sobre todo, contemplar el precioso paisaje por el que acabamos de pasar.
La senda se vuelve empedrada a trozos, llegando a pasar por zonas acementadas, y con algunos escalones, lo que hace que las piernas te avisen del cansancio, ya que llevamos unos cuántos kilómetros de subida contínua. Pero ya podremos avistar la silueta del mirador al cuál debemos de llegar, lo que nos hace brotar nuevas energías, ya que sabemos que el santuari de Núria está muy cerca.
Un último esfuerzo más y llegamos al pequeño rellano, donde se bifurcan varios caminos. El de la izquierda, nos llevaría a la collada de Fontalba, sendero balizado como GR 11.8; el del frente es el que luego cogeremos para llegar al santuario de Núria; y el de la derecha, es el que en unos pocos metros, nos deja en la creu d'en Riba, el cuál cogemos.
Después de unos cuantos escalones, llegamos al mirador denominado cruz d'en Riba, donde disponemos de maravillosas vistas del santuari de Núria y del vall de Núria, a nuestra espalda.
Una vez realizadas las correspondientes fotografías del entorno, volvemos sobre nuestros pasos, bajando los escalones, hasta el rellano citado anteriormente. Tomamos la senda de la derecha, que a los pocos metros se hace más ancha y, en un corto descenso, llegamos a las inmediaciones del santuari de Núria, pasando junto a la font de Sant Gil, en la cuál brota un agua muy fresca de la que beberemos.
Unos metros más adelante, nos encontramos con Sant Gil, ermita en la cuál decidimos terminar nuestra excursión, ya que está integrada dentro del perímetro del santuario de Núria.
Ahora, aconsejaría tumbarnos en la inmensa pradera que rodea el lago artificial de Núria y descansar un buen rato, aprovechando para comer algo.
Luego podremos visitar las instalaciones del santuari de Núria; incluso podremos tomar un pequeño telecabina que nos lleva al alberg Pic de l'Aliga. Veremos varios remontes, usados en temporada invernal para el esquí.
Y bien, esta ha sido la excursión que nos ha llevado por la vall de Núria hasta el santuari de Núria, por el camino viejo (camí vell en catalán), el que usaban los romanos y peregrinos muchísimos años antes de la construcción del tren de cremallera.
El recorrido lo hemos realizado nosotros solos, porque la inmensa mayoría de las personas, suben hasta el santuario en el cremallera y bajan hasta Queralbs por el citado trayecto a pie.
Ahora, nosotros elegimos la opción de bajar por el tren de cremallera hasta Queralbs, donde tenemos nuestro vehículo, sin perder detalle de las vistas, sentados cómodamente, observando los pocos rincones que hemos dejado de ver en la subida, recordando los buenos momentos que hemos pasado horas atrás en este precioso espacio natural denominado la vall de Núria.
Una excursión obligada para los amantes de la naturaleza, que para mi punto de vista, no tiene nada que envidiar a su vecino aragonés del valle de Ordesa.
DATOS RUTA
Tiempo empleado >>> 2,39 horas
ACCESO
Desde el municipio de Ribes de Freser tomamos la carretera que se dirige a Queralbs (GIV-5217) durante casi 1 kilómetro.
A partir de aquí, la carretera pasa a ser una pista forestal asfaltada (en muy buenas condiciones), la cual nos llevará a Queralbs, recorriéndola durante prácticamente 6 kilómetros sin pérdida ninguna.
Los cruces que nos encontraremos durante el trayecto (todos asfaltados, creo) serán los siguientes: el primero y el segundo hacia Batet, los dos por la izquierda; el tercero, hacia Vilamanya también por la izquierda y el cuarto, a la derecha, hacia el Serrat. Ninguna de estas bifurcaciones cogeremos. Creo recordar que todas están señalizadas.
Durante nuestro recorrido atravesamos el torrent de Batet, el riu Maçanell, el Freser en dos ocasiones, el torrent de Toses, un canal de agua, nueve barrancos o arroyos estivales y el tren de cremallera, en dos ocasiones junto con una vía de tren.
Una vez llegado a Queralbs, nada más entrar en el pueblo, tomamos la pista asfaltada que nos sale hacia la derecha en dirección a Fontalba (señalizado). La seguimos durante poco más de 1 kilómetro, hasta encontrarnos un parking habilitado a la izquierda de la pista, donde se debe aparcar en batería, habiendo pasado anteriormente un barranco o arroyo estival.
Aquí dejaremos nuestro vehículo y comenzaremos a caminar, descendiendo unos pocos metros la pista asfaltada por la que veníamos, hasta encontrar a la izquierda la señal que nos marca dirección Núria, punto de inicio de nuestra excursión.
La otra opción que tenemos, es dejar nuestro vehículo en el parking que hay al lado de la estación del tren de cremallera de Queralbs. Éste está situado a menos de 1 kilómetro del citado pueblo, por la pista asfaltada que viene de Ribes de Freser, a la izquierda. Por la pista asfaltada hemos atravesado lo anteriormente escrito menos un barranco o arroyo estival, que está en la entrada de Queralbs.
También disponemos de otro parking unos pocos metros más arriba de éste, a la derecha, pero es bastante pequeño.
Una vez estacionado nuestro vehículo, subir hasta Queralbs, entrar en el pueblo y buscar la plaça del Raig, lugar donde empezará nuestra excursión.